Tenía solo 19 años. El genio que luego sería físico, teólogo, filósofo, inventor, matemático y hasta alquimista; el bebé prematuro (nació tan pequeño que nadie creyó que sobreviviera) que llegaría a ser uno de los más prolíficos científicos de la historia de la humanidad, entonces vivía atrapado. Su mente libre y creadora estaba encarcelada. Aún su pensamiento no había hecho el primero y el más importante de sus descubrimientos: evadir la frontera entre ciencia y religión (¿Tiene que haber frontera?). Aquél legalismo religioso de su Iglesia en Inglaterra lo mantuvo cautivo mental y espiritualmente. A sus 19 años escribió una lista de 48 pecados que confesaba haber cometido. He elegido una muestra de algunos «pecados» que atormentaban al joven genio.
- Comer una manzana en la Iglesia.
- Hacer una trampa para ratones en el día del Señor.
- Hacer pasteles en la noche del domingo.
- Recaída.
- No dedicar mi afecto a tí (Dios).
- No amarte por tu bondad hacia nosotros.
- No anhelarte.
Muy bien dicho! No más cargas!
Para saber que soy pecador, basta con medirnos con los Diez mandamientos, para saber que he quebrantado más de alguno, y si he quebrantado solo uno, dice la biblia que me hago culpable de haber quebrado toda la ley, asi que estoy «Frito», solo la gracia de Dios me puede salvar, porque con una regla tan mínima, resulto ser un miserable proscrito, rebelde, y perverso pecador…
Los 10 mandamientos, las listas de pecados de San Pablo, etc. etc. son solo eso: listas!
La palabra pecado significa «no dar en el blanco». Creo que la lista de Newton tiene pecados irrelevantes, pero otros sí son relevantes…
Por ejemplo «no anhelarte» es un pecado interesante. Es «no dar en el blanco», en ese blanco profundo, del alma que quiere anhelar a Dios.
No ocupamos esas listas interminables de «pecados oficiales» para sentir que no estamos dando al blanco.
Al mismo tiempo el gran reto es creer y vivir la experiencia de sentirse unido a Dios por el trabajo de Cristo… si vivo «condenado» o sintiendome separado no estoy dando en el blanco.
Totalmente de acuerdo. Muchas gracias por tan buenos comentarios. El problema de los 10 Mandamientos es que la Iglesia misma no los ha enseñado correctamente. En primer lugar no son Mandamientos. La palabra Mandamiento no se usa nunca en esa lista (que es el resumen de la ética del AT). En realidad se llaman «Las 10 palabras». Y en ninguno de ellos existe la noción de enemistarse con Dios al no cumplirlos. Tampoco aparece en ninguna parte del AT (mucho menos del NT) la idea de que son esenciales para la Salvación. Toda lista de pecados queda explicada con la lista minimalista de Jesús: Amar a Dios y amar al prójimo.
Jose, me encantan tus explicaciones. Nos sacan de la zona de confort donde «no pecar» de acuerdo a la lista de 10 mandamientos te hace automáticamente justo. Al centrarnos en Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a tí mismo, el examen de conciencia se vuelve mucho más complicado. La mayoría de nosotros vivimos sin robar, matar y demás cosas extremas, pero cuántos vivimos sin criticar, juzgar, chismear, mentiritas blancas, cerruchadas de piso, envidia, celos, etc etc. Eso es lo más difícil y es a lo que nos llama Jesús.
Muchas gracias Aurelia, me encantó tu comentario. Sobre todo porque si miramos con atención a «Las 10 Palabras» de Exodo 20 (lo que llamamos los 10 Mandamientos), podemos descubrir que los primeros 4 tienen que ver con el amor a Dios (No tendrás dioses ajenos, no te harás imagen, no te inclinarás,no tomarás el Nombre de Dios en vano), y los siguientes 6 tienen que ver con el amor al prójimo (Descansar y dejar descansar, honra a tus padres, no matarás, no adulterarás, no robarás, no dirás falso testimonio y no codiciarás). De esa forma Jesús resume esta ética en sus dos grande máximas.
Claro, eso es una teología sana y hermosa.
Yo por mi parte, llevo más de 15 años de estar en un proceso de restauración de mi encuentro (que debería llamarse encontroNAZO) con la conversión al Cristianismo.
Se me explicó claramente que:
a. Tenía una naturaleza pecaminosa que no le gustaba a Dios y que me tenía separado de Dios (Yo ni me había enterado!)
b. Aceptar a Jesus como salvador era la solución a ese problema «a»
c. Volver a pecar me volvía a poner de nuevo en problemas y tenía que volver a pedir perdón de nuevo
d. Repitase b y c infinitamente
En fin. Las diez palabras no se predican como las diez palabras. Se usan constantemente como excusa para justificar a un Dios que SIEMPRE tiene un problema con algo en nuestras vidas.
No dar al blanco… que interesante idea. ¿Cuál es el blanco?
Como dice Jose es: Amar a Dios y amar al vecino.
Y pensar que la culpa que es cultivada por esos pseudopecados ha ocasionado una exteaña y aberrante psicopatología, un tipo de «neurosis religiosa» que atrofia la espiritualidad, estanca comunidades y lesiona vidas, vidas que en lugar de la plenitud de vida anunciada por Cristo, pasan muchos años (sino toda la vida) expiando pecados que nunca lo fueron. Eso, aparte de ser pecado es aberrante, nefasto y vulgar.
Na pues según mi fe, todo se resumió en un sólo mandamiento: «ámense los unos a los otros como yo los he amado» y «amar a Dios sobre todo», la verdad las instituciones religiosas se han viciado tanto de tal manera que en veces crean normas irrelevantes sólo para afectar a ciertos grupos, o para crear una conciencia de miedo ante la práctica de ciertas acciones que seguramente ni le importan a Dios.
Me pareció serio este artiiculo que trata sobre los pecados de Newton. La Iglesia enseña mal los mandamientos? He aquí una posible solución: No hay problema ya que tenemos millones de ejemplares de la Santa Biblia para examinarla o estudiarla y evitar aprender lo que enseñan mal en la Iglesia. Los pecados de Newton parecen ser muy leves, Dios es quien juzgará, o no? La Santa Biblia informa acerca de los pecados tales como, (los que si ustedes quieren pueden leer en 1era Corintios C.6.Vs 9 y 10), son los pecados que nos desheredan del Reino de los cielos o del Reino de Dios. Las cosas de Dios son cosa seria en particular para los que le aman en espiritu y en verdad. Buena oportunidad es este articulo para hablar sobre los pecados, leves y no tan leves. Velemos y seamos vigilantes para estar con Dios y no en el infierno. «Amar a Dios sobre todo», ha de ser conocerlo supongo. Los Santos Apóstoles, entre otros nos dejaron Las Sagradas Escrituras para amar a Dios, conocerlo, (me imagino que mediante la Biblia o imitando a quienes practican lo que en la Biblia Dios pide o manda), y amarnos los hermanos los unos con los otros. Saludos a todos
Muchas gracias Pablo por tu comentario. Lo importante es llamar pecado a lo que realmente es pecado y no llamarle pecado a lo que no lo es.