NOTA: Adefesio (individuo, objeto o cosa ridícula y fea.) proviene de “Ad Ephesios”, el título de una carta de San Pablo a los cristianos de Éfeso. Como los efesios continuaban con sus “malas costumbres” la expresión “hablar Ad Ephesios” comenzó a significar “decir disparates o ridiculeces”, de donde derivó al significado actual.
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Estimado Pablo
1. Hace tiempo quería escribirte.
2. Que el Señor, nuestro buen Padre, te concedan la paz.
3. Hoy quiero hablarte de un hermanito que ha sido bendecido con toda suerte de bienes.
4. Él ha sido elegido como juez de pecadores, para que nos mantengamos sin mancha alguna, como corresponde a los consagrados como él. Amorosamente.
5. Ha sido destinado, por pura iniciativa y benevolencia divina, para presidir la comisión de los Derechos Humanos en el Congreso.
6. De ese modo, la bondad, tan generosamente derramada sobre él, se ha convertido en himno de su propia alabanza y vanagloria.
7. Por medio de su intervención, y en virtud de la riqueza de su generosidad, Dios nos libera y nos perdona los pecados.
8. ¡Qué derroche de gracia sobre nuestro pueblo costarricense, al sernos otorgado, sin merecerlo como pecadores que somos, un ser tan lleno de sabiduría e inteligencia!
9. Él nos ha dado a conocer sus pensamientos más secretos, los designios que, benévolamente ha decidido realizar por medio de esta Comisión.
10. Llevando nuestra historia a un punto culminante y haciendo que todas las cosas sean más sencillas para la Caja.
11. Todo esto lo hace de acuerdo con los planes de su libre interpretación de la Biblia, que lee constantemente en medio plenario. Justo ejemplo de buen fariseo, como bien has apuntado varias veces en tus misivas, querido Pablo.
12. Así, nosotros, los que habíamos conservado algo de esperanza, nos convertimos en himno de su vanagloria.
13. Y también los otros, los que creyeron en él y en sus causas, han sido sellados con su voto prometido.
14. Que es garantía de discriminación de toda minoría que no esté de acuerdo con él. Amén.