Ayer fui pobre.

Ayer fui pobre.

Preferí ahorrar mis palabras, como si tuviera pocas.

Pensé guardar mi perdón, como si pudiera ahorrarlo.

Decidí no gastar un abrazo, como si pudieran vivir solo en mí.

Guardé un te quiero, como si pudiera acumularlos.

Ayer fui pobre.

Preferí no escuchar, por falta de tiempo.

Pensé no sonreírle a un desconocido, por falta de libertad.

Decidí acelerar mi carro, porque siempre llevo prisa.

Ayer fui pobre.

Preferí el partido en la TV que jugar bola con ese pequeño que me espera cada tarde.

Preferí leer hasta tres periódicos internacionales que sentarme a escuchar las noticias de ella, que siempre tiene cosas que contarme.

Fui pobre.

Cuando pensé que los que cuidan carros siempre me roban dinero.

Cuando pensé que los que piensan diferente son peores.

Cuando creí que era mejor por ser cristiano.

Cuando conté un chiste de nicas…  o cuando me reí de él.

Cuando pensé que ese trabajo no es para mujeres.

Soy pobre.

Cada vez que aplaudo al burlista.

Cada vez que me callo la injusticia.

Cada vez que cierro los ojos para no ver al pobre.

Cada vez que tengo asco del indigente.

Ayer fui pobre.