Se acerca la Feria Internacional del Libro de Costa Rica (26 de agosto al 3 de setiembre) y ésta vez se realizará en el Centro de Eventos Pedregal. La FILCR es una gran fiesta que convoca a personas lectoras, escritores, libreros/as y librerías. Es un tiempo de descubrimientos, encuentros, reencuentros y sorpresas. Visitar la FILCR siempre es una aventura.
La polémica es asidua visitante del evento, cada año se levantan voces de protesta, llamados al boicot, quejas y lloriqueos de todo tipo. Yo creo que siempre es enriquecedor cuando la polémica atiza las conversaciones, la reflexión y desemboca en acciones que afinan la experiencia a futuro. Pero, efectivamente, hay diferencia entre protesta fundada y lloriqueo infantil. Las personas visitantes normalmente permanecen ajenas a todas estas controversias, que se dan en el pequeño y sectario círculo de quienes están implicados en el mundo del libro. Si, por casualidad, una persona visitante se percatara de cierta acritud, si se topara con alguna publicación chirriante, quizás un artículo llorón disfrazado de reportaje, debe entender que el mercado nacional es muy pequeño y se reparte mucho. Es como una pequeña pecera en la que se agolpan decenas de peces: Sabremos cuál pez está más hambriento, famélico y desesperado dependiendo de su reacción cuando detecta la posibilidad de comer. Éste avanza a empellones, mordiscos, empujones, jadeos burbujeantes, agresiones disimuladas o abiertamente agresivo. Son los síntomas de un pez insatisfecho y egoísta o, en el mejor de los casos, un pez débil al que le ha ido mal consiguiendo comida y depende de un sistema que se la proporcione gratuitamente. Ambos casos —el pez insatisfecho y egoísta, y el débil y dependiente— pueden convocar a otros peces con los mismos síntomas de insatisfacción. A veces actuarán de manera más o menos organizada alborotando la pecera. Pero claro, todo alboroto en una pecera termina con 4 burbujas explotando silenciosamente en la superficie sin que nada haya cambiado en el fondo y con la extraña sensación que, como en el amor, provoca ver el espectáculo de quien lo busca con desesperación.
Pero ir a la FILCR puede ser un poco abrumador. Miles de libros, decenas de eventos, horas de recorrer pasillos y detenerse en stands y un presupuesto limitado en el bolsillo. Lo primero que recomiendo es
Programa de la FILCR
Antes de poner un pie en el recinto ferial visite el programa de la Feria. Puede descargarlo cuando esté disponible. Cerciórese de los horarios, medios de transporte y actividades de su interés. De esa forma podrá determinar qué día o días le conviene más emprender el camino hacia la Feria.
Hablen, hablen, hablen… Hablen con los escritores, los editores, los vendedores, los amigos. Los libros son conversaciones y las ferias son fiestas de conversación.
Óscar Castillo (Uruk Ediciones)
Dinero
Parece obvio pero no lo es. Prepare un presupuesto para sus compras. Comprar libros es muy emocionante y la Feria ofrece muchas opciones. Pero para que salga triunfante y lleno de satisfacción, póngase un límite y adminístrelo con sabiduría. Prepare sus aplicaciones para pagar vía SINPE, su teléfono o tarjetas para utilizar datáfono y lleve algo de efectivo porque a veces las dos anteriores fallan por la sobrecarga de transacciones simultáneas.
Seguridad
Ya sea que vaya a solas o en grupo, notifique a sus familiares. Es bueno que alguien más sepa qué día, a qué hora y con quién va a asistir a la FILCR. Si va en grupo establezca un lugar de reunión por si alguien se pierde.
Fotos
Fotos, fotos y más fotos. Lleve su cámara profesional o su celular. Tómese muchas fotos en la Feria. Publique en tiempo real sus hallazgos y sus adquisiciones. Tome fotos de portadas y títulos que le llaman la atención y publíquelas aunque no las vaya a comprar en ese momento. Si encuentra un stand con las y los autores de los libros, tómese foto con ellos y publíquelas, aunque no les compre en el momento. Quizás alguno de sus contactos se interese por esos libros y se anime a comprarlos.
Bolsas, bolsos y mochilas
Tanto por seguridad o comodidad, como por el cuido del ambiente, es recomendable llevar una mochila suficientemente grande para sus compras. Hablando de implementos y comodidad, procure llevar ropa cómoda y calzado para caminar mucho.
Lista de deseos
Haga una lista de compras. Aunque de seguro encontrará lo que no buscaba y lo comprará, es importante hacer un listado de libros que está buscando. Hágalo por género, por tema, por autor, por idioma y ¿Por qué no? por nacionalidad. Recomiendo que sus compras siempre contengan al menos un libro de autoría nacional. Cada vez hay más opciones de libros nacionales y estarán ahí esperándolo a usted para ofrecer excelente literatura. Busque en la página oficial de la FILCR el listado de autores, librerías y editoriales que asistirán y ubique sus stands. Procure comprar justo lo que no encontraría tan fácilmente.
Una feria del libro es siempre una fiesta de celebración de la bibliodiversidad, un espacio de encuentro de editoriales, librerías, libros, lecturas; de profesionales del libro y la edición -editores(as), escritores(as), ilustradores(as), diseñador(es), cuenta cuentos- con la razón de ser de los libros: los lectores(as).
Marianela Camacho (Editorial EUNA)
Recorra varias veces toda la Feria
Muchas veces pasamos por alto una esquina, un stand o un pasillo. Quizás un stand estaba muy lleno de gente y eso le hizo seguir al siguiente, quizás en una primera ronda ese stand determinado no llamó mucho su atención, pero dese otra oportunidad y dele otra oportunidad a esos libros, autores y stands. Recorra el recinto tantas veces como le sea posible. Si ve un libro que le interesa, pero no está totalmente convencido de comprarlo, tómele una foto al libro y al stand donde se encuentra, regrese si es necesario.
Sea amable
Sea amable con las demás personas que visitan la feria y con las y los expositores. Quienes están en los stands permanecen muchas horas de pie, comen mal y poco y, quizás, para cuando usted visite la Feria, ellos hayan estado ya varios días trabajando en ese lugar. Si los conoce o simplemente le caen bien lléveles un café, una galleta o una sonrisa.
¡Lleven mochila!
Carlos Francisco Echeverría (Editorial ABYAD)
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