Cuando Laura (mi esposa) y yo estabamos soñando con fundar una nueva Comunidad, nos fuimos unos días a la playa para descansar y soñar juntos. Fue cuando recordé que en la Biblia existe una extraña palabra hebrea que evoca la idea de una pausa con sentido. Corrí emocionado a buscar mi Biblia. La abrí en el libro de los Salmos y empecé a hurgar en sus versos. De pronto estaba ahí, en el segundo verso del salmo 3. Instintivamente mis ojos recorrieron el texto del salmo para averiguar si la palabra aparecía más veces. Ahí estaba de nuevo dos versos después y luego en el verso 8. Continué mi búsqueda lleno de curiosidad. En el salmo 4 también vi la enigmática palabra, luego en el 7 y en el 9… finalmente la encontré en 39 salmos un total de 71 veces. Posteriormente me di cuenta que es usada también en el libro de Habacuc 3 veces más.
Me refiero a esa misteriosa palabra que aparece flotando entre verso y verso, como si estuviera volando o bailando fuera de la estructura tan cuidadosamente entretejida de cada salmo. Se mueve sigilosamente a su aire, aparece de forma aparentemente caprichosa e inesperada. Es como si no formara parte del texto. A simple vista transmite una apariencia juvenil y despreocupada. Si tuviera que describirla como a un ser humano diría que es una mujer joven y sonriente, con cabellos muy largos que ondean al caminar o al contacto con la brisa. La imagino vistiendo una amplia y larga falda de colores, sandalias cómodas y variedad de pulseras en sus muñecas. Intuyo que la mayoría de nosotros la hemos encontrado bailando entre salmo y salmo, la hemos saludado sonrientes y hemos seguido nuestro camino dejándola continuar libremente el de ella. Selah.
Esta vez quise contemplarla con más detenimiento. Algo me decía que esta palabra iba a ser muy importante para mí. Al estudiarla pude constatar que ya otros habían sido cautivados por ella. San Agustín, por ejemplo, pasó tiempo con ella y la describía como una pausa musical, apegándose a la primera versión griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta (LXX), que la traduce con el término griego diapsalma (= Intermedio musical). Una pausa o un intermedio, esto me estaba empezando a gustar. Más adelante, el profesor Eardmans sugirió que selah era la acción de inclinarse en oración. Esto me llamó mucho la atención porque los musulmanes llaman salat a la oración ritual en la que el orante se postra en completa humildad y devoción exponiéndole a Dios todas sus dificultades. Al ser lenguas semíticas, el árabe y el hebreo tienen muchos términos similares. Finalmente, E. König propuso una muy expresiva interpretación: “¡Arriba!” o “¡Con más vigor!” Los salmos son esencialmente música, según esta última interpretación, selah sería la indicación para que los músicos eleven el tono o la intensidad. Pausa, inclinarse para orar, elevar el tono. Yo estaba fascinado. Esta palabra describía a la perfección lo que esos 3 días de descanso en la playa habían hecho en nuestras vidas. Habíamos hecho una pausa, nos habíamos postrado para orar a Dios y exponerle nuestras preocupaciones y dudas y, al finalizar, habíamos elevado el tono de nuestras vidas, de tal manera que teníamos más vigor para seguir adelante.
Habíamos encontrado una palabra que resumía todo lo que anhelábamos imprimir en la nueva comunidad. En ella las personas podrían hacer una pausa en medio del trajín de sus vidas, pero ésta sería una pausa con sentido. Una pausa para inclinarse y encontrarse con Dios de una forma fresca y relajada. Una pausa en la que cada quien pudiera recobrar fuerzas para vivir con más vigor y esperanza. Nos propusimos reunir todas las piezas del rompecabezas en un solo término. El puzle cuidadosamente ensamblado hizo emerger la palabra Interludio. La nueva comunidad sería bautizada antes de nacer con el significativo nombre de Comunidad Interludio. Ya teníamos el nombre y el concepto, ahora vendría lo realmente emocionante: empezar.
Gracias por compartir su experiencia. En estos días voy para la playa y me ha hecho reflexionar que más que un descanso bien merecido, necesito un momento de pausa y meditación.