La tinta penetra en la piel por medio de una pequeña incisión. La mano experta sabe que no puede equivocarse. Sabe que la herida debe ser suficientemente profunda como para que la tinta no desaparezca con el tiempo, pero tan superficial como para no quedar oculta. Es la combinación perfecta entre un artista que dibuja con pincel y un cirujano que domina el bisturí. Previamente la piel ha sido preparada, elegida desde su nacimiento para llevar el mensaje. Seleccionada y apartada incluso antes de su nacimiento para convertirse en piel-mensaje, en piel-libro, en lienzo de palabras.
Me refiero a los textos antiguos, esos rollos escritos pacientemente por un escriba experto y dedicado hace miles de años. Cada letra trazada en los rollos antiguos era un tatuaje sobre una piel de cordero o de cabra. Las más finas y delicadas de todas eran las vitelas de embrión, hechas con la piel de un cordero nonato. Así nos llegan los textos del Antiguo Testamento, rollos o fragmentos de rollos, tatuados con miles de grafías hebreas o paleohebreas.
Eso quiere decir que una buena parte de lo que conocemos como Biblia es un largo y maravilloso tatuaje escrito sobre la piel de corderos que fueron destinados a llevar un mensaje.
Los tatuajes en pieles vivas, tanto en animales como en seres humanos han estado presentes por muchos miles de años. El tatuaje más antiguo que se conoce, realizado en un ser humano, pertenece a Ötzi, la momia de un hombre que falleció hacia el 3255 a.C. aproximadamente a los 46 años de edad. Ötzi fue descubierto en setiembre de 1991 por dos alpinistas alemanes en las montañas alpinas de Ötztal, en la frontera entre Austria e Italia. Ötzi tiene 68 tatuajes en la muñeca izquierda, dos en la espalda, cinco en la pierna derecha y dos en la izquierda.
La mayoría conocemos la costumbre egipcia de tatuar, sobre todo a mujeres dedicadas a la religión o sacerdotisas como símbolo de su valentía, compromiso y madurez. Se han encontrado momias de seres humanos tatuados en todos los continentes. En Japón el tatuaje era utilizado como forma de marcar a los criminales. En Norteamérica simbolizaba la superación de la muerte o de grandes pruebas u obstáculos. En la antigua Roma los esclavos eran tatuados en la cara como forma de castigo. Pero eso fue prohibido por el emperador Constantino en el año 316. En Oceanía representaban respeto y status.
Pues bien, en la Biblia encontramos una frase, no le llamaré versículo, que ha sido interpretado como una prohibición de tatuarse, la encontramos en Levítico 19:28
No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor.
La costumbre de hacer pactos con espíritus o con personas fallecidas no debía seguir siendo parte de la cultura que se estaba formando en el pueblo hebreo. La carrera hebrea por diferenciarse del resto de pueblos y religiones del Antiguo Cercano Oriente los impulsaba a elaborar normas dietéticas, de vestimenta y cultuales nuevas. Pero justo un renglón antes, ese mismo texto dice:
No se corten el pelo en redondo, ni se recorten la punta de la barba.
Este renglón es una clave importante. La serie de normas nuevas que se está elaborando tiene un fin muy específico: Diferenciarse de los pueblos y culturas circundantes. Los asirios, por ejemplo recortaban la barba en la punta, convirtiéndola en una especie de cuadrado.
Los egipcios, ese imperio del que querían diferenciarse con tanto ahínco los hebreos como reacción a la dura opresión que sufrieron y como símbolo de libertad, tenían varios tipos de corte de barba. Todas ellas prohibidas por los hebreos para diferenciarse.
Así que ese es el contexto en el que aparece la mención del tatuaje. Era una norma para diferenciarse de quienes los habían oprimido y era una norma únicamente para los hebreos, no para nosotros. Sin querer detenerme demasiado en la explicación del texto, también es importante comentar que la frase supuestamente prohibitiva, también decía que ningún corte o marca debía hacerse en la piel. Pero esto contradice otras costumbres hebreas como la circuncisión o los orificios para aretes tanto en hombres como en mujeres. Además, contradice la costumbre extendida y aceptada como lo podemos ver en Isaías 44:1-5 en el que aparecen varias formas en las que los hebreos se identificaban con Dios:
Escúchame ahora, Israel, pueblo de Jacob,
mi siervo, mi elegido.
2 Yo soy el Señor, tu creador,
que te formó desde antes de nacer y que te ayuda.
No temas, Jesurún, pueblo de Jacob,
mi siervo, mi elegido,
3 porque voy a hacer que corra agua en el desierto,
arroyos en la tierra seca.
Yo daré nueva vida a tus descendientes,
les enviaré mi bendición.
4 Y crecerán como hierba bien regada,
como álamos a la orilla de los ríos.
5 Uno dirá: “Yo soy del Señor”,
otro se llamará descendiente de Jacob,
y otro se grabará en la mano: “Propiedad del Señor”,
y añadirá el nombre de Israel al suyo propio.»
Notemos que en el versículo 5 aparece una manera de identificarse como perteneciente a la religión de los hebreos, casualmente por medio de un tatuaje en la mano.
¿Por qué dedico tantos párrafos a explicar una sola línea de la Biblia sobre el tatuaje? Porque, aunque parezca mentira, aún hoy millones de cristianos necesitan una explicación más adecuada, no legalista.
Pues bien, este mes de marzo quise explorar el libro del Éxodo junto a mi comunidad de fe, llamada Más Refugio. Quisimos acercarnos al texto en clave de libertad: ¿Qué nos dice el texto acerca de nuestra libertad? Y durante esta serie de charlas hicimos dos cosas que fueron muy especiales para mí. La primera es que elegimos una canción de Bob Marley como lema de la serie. La canción elegida es Redemption Song. La elegimos porque represent muy bien el mensaje del Éxodo. Un pueblo que es esclavizado y sueña con la libertad, que es oprimido y canta canciones de redención, fe y libertad.
Durante la segunda sesión de la serie de charlas quisimos crear un ambiente de mucha intimidad. Nada de luces pomposas, más bien optamos por un formato minimalista, acústico y sencillo. Los músicos montaron la canción e invitaron a David Dackett a cantarla junto a ellos. Este es el resultado:
La segunda cosa especial que sucedió ese mismo día es que yo, siendo el pastor de Más Refugio, me tatué en vivo al final de mi charla. Quiero contarles por qué lo hice y qué sentido tiene para mí. Crecí pensando que tatuarme no estaba bien y, de hecho, no me imagino con mi cuerpo totalmente tatuado, creo que no es mi estilo, no va con mi personalidad. Pero sí quería un pequeño símbolo, algo discreto pero muy significativo. La serie de charlas sobre la libertad me dio el contexto perfecto para hacerlo.
Un miembro de Más Refugio es uno de los más reconocidos tatuadores del país, se trata de Kevin Poveda, quien estuvo de acuerdo en realizar el tatuaje en vivo y durante la reunión dominical.
Ya tenía el contexto, el ambiente, el lugar, la canción y el tatuador. ¿Pero cuál sería la imagen y el mensaje?
Regresemos por un instante al tema con el inicié este post. Los manuscritos antiguos son mi fascinación. Los he estudiado por muchos años casi obsesivamente. He estudiado manuscritos antiguos tanto bíblicos como no bíblicos. Pero un detalle en los manuscritos del Nuevo Testamento me cautivó, ese pequeño e interesante detalle también lo menciono en mi novela Mysterium Salutis. Se trata de los llamados Nomina Sacra. El costo de los materiales de escritura y el tiempo necesario para copiar un manuscrito significaba que había que hacer todo lo posible para ahorrar espacio. Una forma de ahorrar espacio, tiempo y dinero eran las abreviaturas. Se utilizaron muchos métodos de abreviatura y los escritores cristianos los perfeccionaron. Las palabras que consideraban más importantes, dignas de resaltar fueron transformadas. Así fue como crearon la nomina sacra («nombres sagrados»; singular «nomen sacrum»). Estas eran abreviaturas formadas tomando la primera o dos letras de ciertas palabras, más la(s) letra(s) final(es) (para determinar la inflexión), omitiendo las letras intermedias y trazando una línea encima de todo. Lo más común era utilizar solo la primera y la última letra de una palabra y suprarayarlas. De esa forma también lograban llamar la atención sobre las palabras y conceptos más relevantes, llamando a la reflexión. Les muestro abajo una tabla con algunas de esas abreviaturas.
Elegí la abreviatura en Nomina Sacra de la palabra griega para hijo. Lo hice porque para mí es una maravilla sentirme hijo de Dios. Y eso me hace libre. Libre de la vergüenza, libre del pasado, libre de la religiosidad, del fanatismo, libre del miedo al qué dirán o al abandono. La paternidad/maternidad de ese Dios en el que he creído me abraza y me libera.
El símbolo es muy sencillo y quise que fuera muy pequeño, igual a la grafía escrita en uno de los pergaminos del Nuevo Testamento, pero en piel viva, como la mía, destinada a contar una historia, un mensaje, a abrazar la vida con esperanza y a hablar de libertad para quienes viven en opresión. Hagamos fiesta, esa es la idea de ese Dios padre/madre (Lucas 15:23-24).
¡Vamos a celebrar esto con un banquete! Porque este hijo (γς) mío estaba muerto y ha vuelto a vivir
Algunas personas me han pedido el diseño, en este blog ya lo tienen. También se los comparto en un diseño que quiero imprimir como stickers ¿Cuántos quieren uno?
Gracias pastor José Pablo. He encontrado en la congregación MásRefugio una comunidad que abraza, que enseña con amor, que comparte generosamente el amor que Dios nos regala en cada segundo de nuestra existencia. Gracias por tener la valentía de ser diferente, siendo bíblicamente consecuente con lo que Dios quiere para su pueblo. Gracias por compartir esos conocimientos tan eruditos sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento, que me han dado una nueva luz sobre la Palabra de Dios.